Aunque en el escenario, a pesar de las horas de ensayo, no nos salieron las cosas como nos hubiera gustado, del resto seguro que nunca lo olvidaremos.
Queremos dar las gracias a los componentes del grupo de dulzainas de Campaspero por su acogida y trato que nos han hecho sentirnos como en casa.
También a los miembros de la peña La Barda, que además de darnos de comer y cenar nos hicieron pasar un gran rato con sus historias de ciegos y lazarillos y sus chascarrillos al mejor estilo gaditano.
Y como no a Casa Pepe, donde tuvimos nuestro merecido descanso, aunque corto ya que la noche ...........